Estoy seguro que ya lo has escuchado antes: tenemos más poder de lo que imaginamos. Pero hasta ahora, sólo hemos logrado lo que nos hemos permitido. Claro, también influye el entorno y las personas que nos rodean. Pero al final, la decisión es nuestra.
¿Qué opinas sobre hackear la vida? Es una idea que encontré en algún lugar de la red. Algo así como romper esquemas, pensar fuera de la caja y tomar el control. Pero ¿cómo lo hacemos? ¿por dónde empezar? Tal vez los consejos de El Principito sean oportunos y nos ayuden a descubrir lo esencial, aquello que es invisible a los ojos.
Sugiero que vayamos de viaje interior y tengamos la conversación más importante de la vida. Algo que nadie hará por nosotros. Nuestra propia aventura de autoconocimiento. Tal vez nos llamen locos, porque en este tiempo, la mayoría busca respuestas fuera de si y presume fotografías de lugares visitados. Sin embargo, hay una frase que nos invita a pensar de otra manera: “si un viaje no te afecta de forma interna, no es un viaje, es un paseo” (E. Bunbury).
Algunos dicen que la meditación es el boleto ideal para este viaje. Otros afirman que la oración. Lo cierto es que se requiere disposición y tiempo. Así como agendamos y nos preparamos para una cita.
Puedes comenzar por pararte frente a un espejo, observarte y preguntarte sobre lo que ves. Puedes pensar en aquello en lo que eres bueno y en lo que no. Mírate. ¿Quién eres realmente? ¿Te gusta lo que ves? No olvides la pregunta clave.
Me despido con este texto de 1946, escrito por L.G. Leguz: “Si en este momento tus pies pisarán el umbral de la muerte, ¿cuál de tus logros y acciones más significativas te gustaría que fuera grabado como un acontecimiento digno de ser recordado por familiares, amigos y conocidos?”
Te deseo buen viaje.