Es probable que a lo largo de tu vida te hayas preguntado para qué estás en el mundo (cómo lo hemos hecho desde el origen de la humanidad). Tal vez, la falta de respuestas te ha desanimado. Incluso te has rendido ante los placeres inmediatos que nos distraen y nos llevan por otros caminos (gracias por estar ahí Netflix).
En algún lugar escuché la palabra descentralizar. La persona que la refirió dijo que se trata de un ejercicio que nos invita a salir de nosotros mismos y observar nuestro alrededor (supongo que me gustó tanto aquella revelación, que por no olvidarla perdí de vista al orador. Una disculpa).
Vamos a descentralizarnos
¿Qué logras ver más allá del smartphone o de los muros de tu habitación u oficina? Es un ejercicio simple que requiere esfuerzo. Así que no te conformes con las primeras respuestas. Observa bien. Estoy seguro, que si imaginas en este momento una caminata, te encontrarás con otras personas. ¿Las puedes ver?
Imagina que una anciana va a cruzar la calle. Es probable que necesite tu ayuda. O qué tal, aquel hombre que está preparando la mudanza y necesita levantar una caja muy pesada. Es posible que tu madre se ponga feliz si le dedicas un tiempo para escucharla. Y estoy seguro que si en este momento visitamos a personas enfermas de un hospital podremos llevarles un poco de alegría.
¿Ya te diste cuenta? Nuestra imaginación nos ha permitido salir de nosotros mismos. Y este ejercicio nos ha permitido descubrir que la pregunta clave no es ¿quién eres? sino ¿para quién eres?
Por más malos que seamos en muchas cosas, aceptemos que la vida nos dotó de habilidades y capacidades para hacer todo tipo de cosas. ¿Qué sentido tendría que Superman o el Hombre Araña tuvieran superpoderes si no fuera para compartirlos con los demás?
Ahora bien, les dejo un texto que me encanta y que sé recuerdo donde lo encontré: “A pesar del dolor, las espantosas condiciones que sufrió en vida, las crisis, la enfermedad, la muerte y la tortura que lo atormentaban, (Johann Sebastian Bach) decidió dedicarse a mejorar la existencia de los demás“, destaca James Rhodes en Bach o el significado de la resiliencia.
Tal vez sea momento de descubrir nuestras cualidades, dones y carismas, para compartirlos con los demás.